Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 15, 3-11

3 Aquel hombre tres veces malvado preguntó si en el cielo había un
Soberano que hubiera prescrito celebrar el día del sábado.

4 Ellos le replicaron: «Es el mismo Señor que vive como Soberano en
el cielo el que mandó observar el día séptimo.»

5 Entonces el otro dijo: «También yo soy soberano en la tierra: el que
ordena tomar las armas y prestar servicio al rey.» Sin embargo no
pudo
realizar su malvado designio.

6 Nicanor, jactándose con altivez, deliberaba erigir un trofeo común
con los despojos de los hombres de Judas.

7 Macabeo, por su parte, mantenía incesantemente su confianza, con
la entera esperanza de recibir ayuda de parte del Señor,

8 y exhortaba a los que le acompañaban a no temer el ataque de los
gentiles, teniendo presentes en la mente los auxilios que antes les
habían
venido del Cielo, y a esperar también entonces la victoria que les habría de
venir de parte del Todopoderoso.

9 Les animaba citando la Ley y los Profetas, y les recordaba los
combates que habían llevado a cabo; así les infundía mayor ardor.

10 Después de haber levantado sus ánimos, les puso además de
manifiesto la perfidia de los gentiles y la violación de sus juramentos.

11 Armó a cada uno de ellos, no tanto con la seguridad de los escudos
y las lanzas, como con la confianza de sus buenas palabras. Les
refirió


además un sueño digno de crédito, una especie de visión, que alegró
a
todos.